Receta de pulpo con patatas
Oye, tenía yo en la despensa una latilla de pulpo en salsa marinera, que parecía que estaba esperando el verano para aparecer. Ha debido estar escondida en alguna gruta hibernando, porque ha pasado del “no ser” al “ser” de una forma filosóficamente desconcertante. No sé, la habrán dejado ahí los fantasmas, o los ovnis o quién sabe, porque por mi casa pasa mucha gente rara últimamente. Es lo que tienen los veranos, que vives cerca de la playa y tu casa irradia una extraña atracción gravitatoria sobre los cuerpos (no muy celestes, todo hay que decirlo) de la gente que vive lejos del mar. Lo que antes se llamaban gorrones, pero que ahora, con la crisis, la solidaridad y todo eso, podríamos llamar “desasistidos vacacionales”.La cosa es que he visto la lata, la he cogido y me la he zampado sin hacer muchas preguntas. Me ha consolado mucho al abrirla ver que no había nadie durmiendo dentro, ningún pariente, ningún amigo del colegio ni nada de eso. Bueno el pulpo. Pero, pobrecito, invitados así no molestan.
Oye, tenía yo en la despensa una latilla de pulpo en salsa marinera, que parecía que estaba esperando el verano para aparecer. Ha debido estar escondida en alguna gruta hibernando, porque ha pasado del “no ser” al “ser” de una forma filosóficamente desconcertante. No sé, la habrán dejado ahí los fantasmas, o los ovnis o quién sabe, porque por mi casa pasa mucha gente rara últimamente. Es lo que tienen los veranos, que vives cerca de la playa y tu casa irradia una extraña atracción gravitatoria sobre los cuerpos (no muy celestes, todo hay que decirlo) de la gente que vive lejos del mar. Lo que antes se llamaban gorrones, pero que ahora, con la crisis, la solidaridad y todo eso, podríamos llamar “desasistidos vacacionales”.La cosa es que he visto la lata, la he cogido y me la he zampado sin hacer muchas preguntas. Me ha consolado mucho al abrirla ver que no había nadie durmiendo dentro, ningún pariente, ningún amigo del colegio ni nada de eso. Bueno el pulpo. Pero, pobrecito, invitados así no molestan.
Ingredientes: 1 lata de pulpo en salsa marinera (la mía de
Albo), 1 patata, 1 puerro, 1 vasito de vino blanco, aceite de oliva virgen
extra, sal, pimentón.
Preparación: pelamos la patata, la cortamos en daditos, los
freímos y reservamos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso
de aceite. Lavamos el puerro y lo cortamos en tiras finitas. Ponemos un poquito
de aceite en la sartén (un poco del que hayamos usado para las patatas servirá)
y dejamos que el puerro se vaya haciendo hasta que coja colorcillo. En ese
momento añadimos las patatas, un poco de pimentón (picante en mi caso) y sal a
nuestro viciosillo gusto, le damos una vuelta rápida para que se mezcle y
agregamos el vino blanco. Lo dejamos con el fuego no muy fuerte hasta que
veamos que la mezcla se va hilando y cogiendo consistencia. Añadimos el
contenido de la lata de pulpo (mejor si le hemos escurrido un poco el aceite
sobrante que traiga), removemos bien y lo dejamos a fuego suave hasta que el
pulpo este caliente. Presentamos con un poco de pimentón espolvoreado por
encima.
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6 comentarios:
Si a los uno "desasistidos vacacionales" les das platos como este, no se te van en todo el verano, al menos es lo que yo haría..
Blanca de
JUEGO DE SABORES
Qué le vamos a hacer, Ana, si en el fondo se les coge cariño.
Pues muy buena y muy sabrosa la receta.Pero disculpa Falsarius, pero te tuve que impostar, en lugar de pulpo de Albo, dos latas de pota de marca blanca.Y en lugar de una patata, pues dos.¿La clave? Pues como no, el aceite de oliva, y el ajo puerro.
Saludos
Francisco
Falsarius, servirá este plato para conquistar a una dama?
Eres la pera limonera, mi niño!!!!
Ese pulpito con papitas me ha gustado y sé a quién más le va a gustar. Pobriño!
Besitossssssssss
Es realmente delicioso!
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